Fuente: www.nomequedooffline.cl
Tenemos claro que el educarnos digitalmente es un desafío para todos. Sabemos que nuestros niños necesitan ayuda para lograr la autorregulación y para desarrollar relaciones sanas con los demás en el mundo online. Pero, ¿estamos los adultos preparados para utilizar las redes sociales de la mejor manera? ¿Nos metemos en problemas por no darnos cuenta que en realidad no es lo mismo conversar por WhatsApp que cara a cara?.
Por Daniel Halpern. PhD en Information and Communication Sciences. Profesor de la Facultad de Comunicaciones y del MBA en la Pontificia Universidad Católica de Chile, director del think tank TrenDigital y EducomLab.
Los sitios de chat, por ser comunicación escrita, son eficientes para ponerse de acuerdo y enviar información urgente: ayuda a recordar cosas y organizar actividades. Discutir temas personales en el grupo puede provocar peleas interminables y agrandar situaciones simples.
Por nosotros, y por nuestros propios niños, porque sabemos que lo mejor es educar con el ejemplo, los invitamos a repensar el uso de WhatsApp entre apoderados y el colegio, y a seguir las siguientes recomendaciones:
¿Qué es lo que no debemos hacer a través de los grupos de WhatsApp entre apoderados?
- Ser agenda de los hijos.
Querer informarse y controlar todo lo que los niños deben hacer limita su independencia y autonomía. Permitamos que ellos se hagan cargo de lo que les corresponde, desarrollen la responsabilidad, y aprendan de sus propias faltas. Es mejor tener una anotación por no traer el trabajo en el colegio, que ser irresponsable cuando adultos.
- Usar el espacio para criticar, o exponer conflictos personales.
Sembrar dudas o directamente quejarse por comportamientos, o actitudes de profesores, estudiantes u otros apoderados, crea discusiones dañinas y no colabora a resolver de manera efectiva el problema inicial. Ante una duda o crítica, siempre utilicemos las vías tradicionales de comunicación. El contacto cara a cara es más rápido y eficiente.
- Intentar aclarar rumores.
Comentar lo que se cree o se escuchar tiende a confundir, sobre todo en este espacio donde se dificulta el diálogo al no ver y conversar directamente con el otro, perdiendo la comunicación no verbal. Se puede dar información poco clara y crear fácilmente malos entendidos. En ocasiones puede afectar a los estudiantes perjudicando su imagen con los demás.
- Crear grupos nuevos.
Es doloroso cuando nuestros hijos se sienten aislados en su propio curso, no repliquemos lo mismo entre adultos. Cuando se crean subgrupos por afinidades o por malas relaciones entre apoderados del curso, se separa el grupo y la tecnología como medio de información deja de ser eficiente porque no llega a todos la información que debería llegar.
Los invitamos a todos a ocupar WhatsApp de la mejor manera, para estar informados, compartir contenidos relevantes, y organizar eventos o actividades. Para todo lo demás, volvamos al llamado telefónico o a la conversación en vivo y en directo. ¡Seamos el mejor ejemplo que podemos ser!